La Federación Internacional de Fútbol (Fifa) obligará a la aplicación del TMS (Transfer Matching System) desde el 1 de octubre, con el fin de garantizar su seguridad y transparencia.
La aplicación en línea del TMS ya comenzó a funcionar en pruebas en febrero de 2008 en 18 países y ahora está presente en todas las asociaciones que integran la FIFA y en un total de 3.633 clubes.
"Este es un momento histórico para el fútbol. El TMS es un sistema relativamente simple, pero tendrá una inmensa repercusión en las transferencias internacionales de jugadores. Gracias a él, las autoridades futbolísticas dispondrán de más datos sobre cualquier transferencia", destacó el presidente de la FIFA, Joseph Blatter.
Los dos clubes que participen en el traspaso tendrán que introducir las mismas informaciones en el TMS. En caso de diferencias, se bloqueará la transacción y no se expedirá por parte de las asociaciones-miembro de la FIFA el correspondiente certificado de transferencia internacional (CTI).
Los nuevos procedimientos sustituyen a los sistemas de control en papel y permitirán un mayor seguimiento en el caso de jugadores jóvenes, "para que se calculen correctamente las compensaciones que se deben a los clubes que forman".
Con el TMS también se presente contribuir a los esfuerzos de la FIFA por reducir el número de traspasos internacionales de menores. A través de esta vía se llevarán los distintos casos y se comprobarán posibles informaciones dudosas, antes de emitir la aprobación.
"Lo más importante es que este sistema aporta más transparencia a las transacciones y nos permite luchar contra el blanqueo de dinero y proteger a los jugadores menores de edad", destacó Blatter. En el caso de los traspasos de jóvenes, "el TMS gestionará tanto la solicitud inicial como todas las decisiones que se adopten con posterioridad".
La FIFA se ha fijado como objetivo combatir el fraude en el fútbol, luchar contra el blanqueo de capitales y proteger a las jóvenes promesas de cualquier abuso.
ZÚRICH, Suiza
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